Por fin cae en mis manos el nuevo LP de mis adorados Ampere, y es que ha habido que esperar muho para la salida de este disco. Anunciado desde hace casi un año, grabar este disco ha supuesto un embrollo de cojones para la banda ya que actualmente su batería vive en otra ciudad por causas de trabajo, lo que sumado a todos los proyectos en los que están metido algunos de sus miembros, hacía que cuadrar fechas se convirtiera en una especie de sudoku. Dicho lo cuál, decir que Ampere continúan con su sonido de siempre, por suerte, y dejan aquí un trabajo que roza la perfección, de verdad, lo de Will Killingsworth es insultante. Un trabajo sublime que engloba 15 temazos que alcanzan un abrumador pico de intensidad del que nunca desciende(esto me encanta), y que dejan patente una inigualable destreza con los instrumenos, y una permanente agresividad enfocada de forma magistral y elegante. Posiblemente, este sea su disco más directo y contundente hasta la fecha, y en mi humilde opinión, lo mejor que han hecho. Casi la única banda actual que le da verdadero sentido al término emoviolence. Los putos amos.
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